Los seres humanos somos capaces de hacer frente a situaciones novedosas y de adaptarnos a los cambios de forma flexible. Las habilidades cognitivas que permiten al individuo controlar y regular sus comportamientos reciben el nombre de funciones ejecutivas.
Anatómicamente, las funciones ejecutivas, dependen de un sistema neuronal ampliamente distribuido, donde la corteza pre-frontal (la parte anterior del cerebro, justo por detrás de la frente) desempeña un rol fundamental. La corteza pre-frontal tiene múltiples conexiones con otras regiones corticales y subcorticales. Este área monitoriza la información a diferentes niveles de complejidad, por lo que es útil dividir el funcionamiento ejecutivo en subcomponentes.
El conjunto de funciones ejecutivas engloba un amplio espectro de habilidades cognitivas. Estas nos permiten buscar en el pasado, actuar en el presente y planificar el futuro:
Anatómicamente, las funciones ejecutivas, dependen de un sistema neuronal ampliamente distribuido, donde la corteza pre-frontal (la parte anterior del cerebro, justo por detrás de la frente) desempeña un rol fundamental. La corteza pre-frontal tiene múltiples conexiones con otras regiones corticales y subcorticales. Este área monitoriza la información a diferentes niveles de complejidad, por lo que es útil dividir el funcionamiento ejecutivo en subcomponentes.
El conjunto de funciones ejecutivas engloba un amplio espectro de habilidades cognitivas. Estas nos permiten buscar en el pasado, actuar en el presente y planificar el futuro:
- Planificación y ordenamiento temporal.
- Razonamiento abstracto, formación de conceptos y resolución de problemas.
- Atención y sostenimiento de la concentración y memoria de trabajo.
- Aprendizaje asociativo y procesos de búsqueda en la memoria.
- Generación de imágenes y manipulación mental de las propiedades espaciales de un objeto.
- metacognición y cognición social